Luis Hernández es considerado uno de los mejores poetas de su generación. Con solo tres poemarios publicados a finales de 1960. Luego escribió varios de sus versos junto a dibujos que los regalaba a las personas cercanas a el. Muchos dicen que son mas de 100 los cuadernos que el llego a completar, sin embargo, muchos de ellos se perdieron con el tiempo. Hay algunos que estan publicados en la pagina de la Pontificia Universidad Catolica del Peru. Veamos cuatro de sus mejores poemas.

El elefante asado

                                                               Consérvame en la frialdad
De las cosas abruptas
Y sin Sol
Y de las agujas grises
Ezra Pound

1
Esta es la historia
De Mowli
El niño oveja

2
Adiós amor
Te he visto
Muchas veces
Reluciente
Beber el agua
Y también
Beber el vino
Y jamás
Me he dolido
En tu presencia
Adiós amor
Muchas veces
Y jamás

3
Tengo el sueño vago
De haberte visto;
Y también entreabrirse
El aire
A tus pasos amor mío.
Y entre vidrios,
Bajo, en el horizonte:
El día.

Mi corazón

Se enredó
Y desde entonces
En tu alma
Dormían los paisajes
Y la flor perpetua
De los jardines
Jamás recorridos. Tú
Y una tarde
Que acontece tú
Me hablabas
De algo me hablas
Pero el brillo de tu corazón
Te oculta
Algo me dices
Pero el estruendo
De tu alma
Me impide
Sobre el mar
Veíamos el transcurso
Del verano las flores
Del Estío las joyas
La armonía que
No debe ser quebrada.

Soy Luchito Hernández

Soy Luchito Hernández
Ex Campeón de peso welter
Poca gente me habla
Hasta oí a alguien
Preguntarme
¿De qué te defiendes?
Y yo hubiera respondido
Si no silencioso fuera:
Más bien te defiendo De mi luz. Una luz
Que reuní y me friega.

Preludio

En un quiosco
Donde vendían
Coca-Cola
Seven Up chica
7 up gr.
Canadá Dry
San Luis
Afuera había
Niebla baja
Y antorchas
Era el día
De un colegio
Y llevaban antorchas
Y carteles
Amor Love
Liberty
Y toda la nobleza
De una tarde
En la marea
Baja y carteles
Donde se leía
Amor
Como un Domingo
Que en un parque
Todos
Tomaban cerveza
O una noche
Simétrica con el acantilado
Al borde de la mar
Tomaban cerveza
Y caminaban por el pasto
O recibían
En el rostro
El cielo