Una nueva manifestación de arte viene, desde años atrás, cambiando la cara de Lima. Artistas como Entes & Pésimo, Elliot Tupac, El Decertor o Jade plasman su arte en las calles de la ciudad.
Caminar por las calles de nuestra ciudad ya no es lo mismo. Y como la nueva camada de artistas no encuentran un espacio ni ventana dónde mostrar sus trabajos, no tuvieron mejor idea que utilizar las paredes de la ciudad -muchas de ellas estuvieron abandonadas- para tapizarlas de diversos colores y mensajes que hacen no solo más llamativa nuestra ciudad sino también más cultural.
Comienzos del nuevo siglo. En las paredes de Lima aún no se incluía esta nueva forma de mostrar el arte. En los paraderos o calles se observan aún graffitis con inscripciones difíciles de entender y es que, aunque el hecho de tatuar un mural con un nombre o apodo ya venía desde muchísimos años atrás -se cree en la antigua Roma ya existían estos dibujos-, aún estaba por comenzar el boom del street art en el Perú.
Exactamente el inicio de este tipo de manifestación artística es difícil de ubicar. Se podría mencionar algunos murales en Miraflores o Barranco o hasta en el mismo Jirón Quilca donde, luego de un esfuerzo conjunto, se realizaron dibujos enormes con mensajes hacia la población. Muestra de ello es uno de los varios que se hicieron en el Averno, bar y espacio de difusión cultural en donde se reunían artistas.
Pero los murales también estuvieron en controversia. El año pasado, al ingresar la nueva rata el nuevo alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, decidió borrar muchos de los murales en el Centro de Lima que artistas como Elliot Tupac, Entes y Pésimo o el artista colombiano Guache, quien pintara el mural “Volveré y seremos millones”, lamentaron la situación y prometieron, qué duda cabe, volver para ser millones.
El bonito mural de Túpac Amaru, del jirón Lampa en el centro de Lima, eliminado, cubierto con pintura amarilla (tenue, seguro, para que piensen que no es peor). Luego, me entero que la Municipalidad de Jesús María, en alianza con la Municipalidad de Lima, intenta crear un nuevo carril para transporte de vehículos en la avenida Salaverry. Eso implicaría bajarse los árboles de la berma central, que son una de las cosas más bonitas del distrito (y una de las pocos lugares por donde se puede transitar. Castañeda no puede hacer lo que le da la gana y destruir lo mejor de Lima por un soberano y burdo disparate (sean negocios, ignorancia o mala intención). Pero, lo más importante, alguien incapaz de defender el patrimonio artístico y cultural de su ciudad (sobre todo si es autoridad) no merece ningún respeto. Ninguno.
Guillermo Valdizán (Artista Gráfico)
Lo único que queremos es que estos murales nunca dejen de realizarse. No solo cambian el aspecto de la ciudad sino también permiten que el arte peruano siga mostrándose.