25Ago,18

ENTREVISTA CON LA POETA MAGA STAR

Conocimos el trabajo de Stephany Calderón, joven periodista y escritora que acaba de lanzar su primer poemario ‘El péndulo de la locura’, bajo el seudónimo ‘Maga Star’, y nos respondió unas preguntas. Descubra amigo lector de Dosis Cultura Alternativa, una de las voces más interesantes de la poesía peruana actual.

¿Por qué Maga Star? ¿Por qué un seudónimo?

(Maga) cree en la magia, en esa conexión implícita que hay cuando se enciende una emoción entre dos o más personas. Esa vibración especial que emite sonrisas, que evoca recuerdos de infancia, amores partidos, o chistes pal paridos. Así como las estrellas (Star) aparece de noche, pequeña, pero no por eso minúscula, sino que más bien, luminosamente excepcional entre ese contexto oscuro. Una belleza que sale en la oscuridad pero que está llena de luz.  Maga Star que es un ser que a través de sus poemas deposita un mensaje de chispa directo al corazón del lector o lectora.

¿Por qué el seudónimo? Bueno, quería que mi firma represente algo, signifique también algo. También porque veía que mi nombre era muy largo para memorizar. Otra razón es porque quería sentir las reacciones de los lectores sobre mis poemas sin que sepan quién exactamente era yo. Además, quise utilizar este personaje para sentir que podía vivir otra vida con mi otra yo.

 ¿Cómo se dio el libro?

Publiqué “El Péndulo de la Locura” luego de que recibí la buena noticia de haber ganado una mención honrosa en el X Concurso Nacional del Poeta Joven del Perú, que se da cada dos años, y antes de daba cada cuatro.

Fue un impulso para mí publicar esta recopilación de poemas. Versos que incluso escribí de adolescente cuando estaba en el colegio. Poemas que hablan sobre la locura en diferentes sentidos:

Cruzar la línea de lo conocido y sensato, de la norma y lo establecido como normal y socialmente aceptado, es lo que llamo la locura-rebelde. Muchas veces la sociedad ve a personas atrevidos o curiosas como locos. Yo creo que esta sería, una especie de locura motora, porque te lleva a adquirir nuevos conocimientos, a empaparte de lo alternativo porque lo que te ofrece la “realidad” como tal es poco creativa, por así decirlo. Hasta ahí, todo bien. El tema es cuando te descontrolas y solo quieres estar en ese otro mundo paralelo y cuestionas todo. Esa es la otra locura.

Sobrepensar las cosas, es una especie de locura. Sugestionarte con cosas mínimas y cotidianas, como cuánto dura tu respiración, o dejarte influenciar por una superstición misteriosa de si se te toca un ticket de micro color morado, este día será positivo para mí, o cuando la voz interior tuya te dice “qué pasaría si esto sucediera” y cosas así. Como una especie de saboteo mental que tú mismo te creas.

Revertir esta última locura, en mi caso, fue la locura más grande, lo que he bautizado como la détox-locura, porque supuestamente, esta rebeldía había pasado ya todos límites y no se esperaba más. Había tocado fondo. Y luego de un tiempo, tomé consciencia y revertí este color, para recuperar una luz que pensé se había ido, pero estaba oculta por la ceguera.

Y la última a la cual me refiero en el libro, es la locura-columpio. El de tener siempre activado tu niño o niña interior, y escuchar sus consejos o dejarlo/a jugar sin límites, libre, soñadora. Por ejemplo, elegir subir a los muritos de las veredas, o doblar los boletos de micro, ordenar detalladamente los cubiertos, deslizar los dedos en las rejas de la ciudad, y cosas así. Es una locura juguetona, una forma de vida que desentona con el gesto serio de la gente de la calle. Una bandera de carita feliz sacando la lengua.

 ¿Cuéntanos un poco de tu vinculación a la poesía y qué tipo de gestión realizas?

Escribo desde niña. En una pequeña libreta anotaba cómo me sentía en determinados momentos sobre acontecimientos tan cotidianos como reuniones en la casa, o ver al chico que me gustaba, poco a poco iban fluyendo las letras, empujada por las canciones y telenovelas de los 90’s.

De adolescente escribía canciones de rap. Luego tuve una época anarcopunk y las letras eran más que nada sociales con tonos autodestructivos que lamento ahora, pero del cual también aprendí mucho en varios sentidos.

Y ahora, que hablo de la vida, del retorno hacia ti mismo, a restaurar tu mundo que se había perdido pero que está a punto de abrazarte, porque vio que lo estabas buscando al final. “Lo que tú buscas te está buscando”.

En la actualidad, escribo poemas en mi libreta jaja (en el celular también). Participo de vez en cuando en recitales organizados por colectivos. He participado en antologías poéticas, como “Abril en los árboles” del sello editorial “Ángeles de Papel” en la que participaron distintos poetas de Latinoamérica y los departamentos del Perú.

¿Qué estilo consideras que tienes como poeta?

Considero a mi poesía como estilo libre, con rasgos surrealistas, dadaístas. De vez en cuando social.  A veces me salen rimas inintencionadas, y a veces con intención de hacer una especie de poemas con la posibilidad de volverse canciones, las rimo.

¿Cuáles son tus influencias artísticas?

Uff un montón. Seguro se me pasan muchas, pero a ver… Leonardo Da Vinci, Woody Allen, Frozen, Nopo y Gonta, Vallejo, Tim Burton, Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, Julio Cortázar, Donna Pisani, Guillermo del Toro, Hans Zimmer, Bob Dylan, Janis Joplin, Pizarnik, René Magrite, Salvador Dalí, Friedrich Nietzche, Dios, etc.

Tres autores preferidos: César Vallejo, Enrique Verástegui y Alejandra Pizarnik.

Tres cantantes favoritos: Nina Simone, Eddie Vedder y Calle 13.

Tres películas: El laberinto del Fauno, Amelie y El hombre manos de tijeras.

Un postre: Muss de fresa 😛

Un mensaje para tus lectores:

Yo les diría… Disciplina y perseverancia. No importa si no hay apoyo externo, o si tu familia, tu pareja o tus amigos, tu paciencia o tu otro yo interior no apoyan tu pasión, tus sueños. La clave es tomar acción y aprender del camino de referentes con experiencia para poder iluminar con luz propia en este mundo. Romper esquemas tiene una belleza inigualable. Ser la excepción en un mundo triste y oscuro puede ser la estrella que faltaba en un cielo que parecía imposible pero que sucedió. Como dijo Woddy Allen: “Solo quien ha comido ajo puede darte una palabra de aliento”.

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