A los 103 años de edad falleció Nicanor Parra, el poeta chileno que revolucionó la poesía latinoamericana y que nunca recibió un Nobel.
Tras 20 años de haber enseñado Literatura a los alumnos de ingeniería de la Universidad de Chile, Nicanor Parra decidió retirarse. Cogió todas sus cosas, libros y muchos recuerdos para dirigirse a su casa frente al mar en el balneario de Las Cruces, lugar que lo acogió hasta el día de su muerte: Este maldito martes 23 de enero del 2018.
Reconocido por haber revolucionado la poesía en Chile, de haberse salido de los estándares de la clásica poesía lírica y llevarla hacia las clases populares, incluyendo el humor y el habla cotidiano. Polémica fue su incursión, tanto que Pablo de Rokha mencionó que sus antipoemas “inspiran lástima y asco”. Aunque eso poco le importó.
Ganador del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1969, el Premio de Literatura Juan Rulfo en 1991, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en el 2001 y una década después fue el digno merecedor del Premio Cervantes.
Escritor de libros fundamentales y necesarios en la biblioteca de todos: “Poemas y Antipoemas”, “Versos de Salón”, “Artefactos”o “Sermones y prédicas del Cristo de Elqui”. Tuvo seis hijos, una multitudinaria celebración por su cumpleaños número 100 y hoy el gobierno chileno declaró duelo nacional por su muerte.
El esquivo Nobel
A pesar de haber recibido diversos galardones a nivel nacional e internacional, Parra no recibió nunca el Nobel. Un premio que siempre fue esquivo para el antipoeta pero no para sus compatriotas Gabriela Mistral (1945 y Pablo Neruda (1971).
Nicanor Parra fue postulado 3 veces al Nobel, en 1995, 1997 y el último fue el 2000. Hubo peticiones para que el Ministerio de Cultura lo postulara nuevamente. Incluso, en el 2012, Michelle Bachelet, cuando era presidenta de la ONU Mujeres, hizo esfuerzos para que el poeta recibiera el premio. Fue en vano.
Algunos poemas
El Hombre Imaginario
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.
La Poesía Morirá
La
poesía
morirá
si no
se la
ofende
hay
que poseerla
y humillarla en público
después se verá
lo que se hace
Adiós
El poeta es un hombre como todos, escribía Parra en Manifiesto, y no se equivocaba. Hoy, tras 103 años, Nicanor dejó de respirar para iniciar un viaje eterno como cualquier otro ser vivo aunque, en su espalda, lleva el sello de ser un revolucionario de la poesía en Latinoamérica. Algo que no todos los mortales tenemos.